Es habitual hablar de deportistas cuando consiguen un éxito. Hoy voy a escribir sobre una deportista que acaba de sufrir una decepción.
Blanca Gil, natural de Vinaròs, es una jugadora de waterpolo. Blanca Gil, natural de Vinaròs, es la mejor jugadora de waterpolo del mundo. Blanca Gil, natural de Vinaròs, lleva varios años siendo la mejor jugadora de waterpolo del mundo. Y aquí en España, donde se margina a los deportes llamados minoritarios, y más aún al deporte femenino, nadie habla de ella y pocos la conocemos. La decepción a la que me refería es que la Selección española de waterpolo femenino ha quedado fuera de los Juegos Olímpicos, tras clasificarse en sexta posición en el torneo preolímpico de Imperia que otorgaba cuatro plazas. Sin embargo es notable la progresión de la Selección en los últimos años de la mano de Blanca, ya que hace unos cuantos años no podríamos imaginar estar luchando por esa clasificación.
Blanca lleva ya varios años disputando la liga italiana, la mejor del mundo. Y su palmarés es impresionante, plagado de títulos de liga y de competiciones europeas. Y a título individual, ostenta récords como el de goles en un partido en la liga italiana, ha sido máxima goleadora y nombrada mejor jugadora en Italia varias veces, mejor jugadora de la Copa de Europa, e incluso en competiciones de selecciones, a pesar del discreto nivel del combinado español, ha sido siempre incluida en el siete ideal de todas las competiciones que disputa, consiguiendo además ser la máxima goleadora de los dos últimos mundiales. Y tiene todavía 23 ó 24 años.
Desde aquí mi humilde reconocimiento a una deportista destinada a marcar época.