Un poderoso y desquiciado samurái acumula víctimas matando por encargo o por diversión. Un día mata a un anciano y otro a un samurái sin saber que la nieta del primero y el hermano del segundo buscearán venganza.
Interesantísima y sangrienta película de Kihachi Okamoto con un argumento bien desarrollado que nos presenta a un protagonista muy alejado de los valores morales que habitualmente el cine otorga a los samuráis: un personaje complejo, atormentado, cruel y sanguinario espléndidamente interpretado por Tatsuya Nakadai. Toshirô Mifune desempeña en el film un papel casi testimonial.
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