Un empresario felizmente casado se reencuentra con una vieja conocida, a quien empieza a ver con cierta frecuencia hasta percatarse de la necesidad que tiene de estos encuentros.
Me entusiasma Éric Rohmer ("El romance de Astrea y Celadón", "Cuento de verano", "Cuento de otoño", "La coleccionista", "Mi noche con Maud", "Véronique et son cancre"), y esta película, englobada en sus cuentos morales, no es una excepción. Quizá tenga un tono más desencantado que otras obras suyas, pero desprende un vitalismo vigorizante. La fotografía es de Néstor Almendros.
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