Un hombre adinerado tiene una existencia aburrida hasta que el crack del 29 le lleva a recuperar a su amada y su hijo, con quienes encuentra la felicidad. Pasan los años y el niño se convierte en adulto y busca su propio camino.
Graciosa, tierna e ingeniosa película de Pierre Étaix -con la colaboración de Jean-Claude Carrière- que se ve con una sonrisa en la boca.
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