Acaba de finalizar el campeonato de España de atletismo en las nuevas instalaciones del Gaetà Huguet de Castelló. El sábado amaneció con lluvia pero muy pronto el sol se impuso y se ha competido con unas condiciones idóneas. A destacar el increíble seguimiento del público, que ha provocado que sesión tras sesión faltasen sillas para tanta gente que quería seguir el campeonato.
Sobre los resultados poco que decir, más allá de la machada de Mechaal con su doblete en los 5000 y el milqui. Avanzaba la competición y no llegaban las marcas destacables. Ni récords de España ni mínimas para los mundiales. Eso sí: multitud de marcas personales, compañerismo por doquier y esfuerzo por arrobas. No se puede criticar a nadie, porque ya bastante hace esta gente con seguir practicando atletismo cuando todo son trabas y los apoyos menguan.
Y he puesto "no llegaban las marcas destacables" porque ya pasadas las once de la noche de la última jornada, mientras se estaba disputando la carrera de los 3000 obstáculos en categoría masculina, prueba reina de estos campeonatos, nos ha llegado la gran noticia desde la zona de lanzamiento de disco, donde Sabina Asenjo ha lanzado el artefacto a 61,36 metros, lo que constituye un récord de España que viene acompañado del pasaporte para los mundiales de Pekín y para los Juegos Olímpicos. Regalazo que nos ha hecho...y que se ha hecho. Sabina se ha erigido así, por méritos ropios, en la gran protagonista del fin de semana.
En la foto que encabeza esta entrada he capturado a dos de las campeonas de hoy: pueden ver a Ana Peleteiro esperando su turno en el pasillo de triple mientras Naroa Agirre está efectuando un salto con la pértiga.
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