La caprichosa Scarlett se indigna al saber que su adorado Ashley va a casarse con Melanie. La aparición del cínico Rhett Butler y el inicio de la guerra la cambiarán para siempre.
Sí, "Lo que el viento se llevó". La vi en mi niñez, hace un milenio, y después siempre me ha producido una pereza atroz el pensar en volverla a ver. Hasta que me he dicho: "¿por qué no?", y allá me he lanzado. Tres directores distintos -Victor Fleming ("Capitanes intépidos", "El extraño caso del Dr. Jekyll"), Sam Wood ("Por quién doblan las campanas", "Sinfonía de la vida", "Un día en las carreras", "Adiós, Mr. Chips", "El orgullo de los yanquis") y George Cukor ("Doble vida", "Luz que agoniza", "Cena a las ocho", "Vivir para gozar", "La dama de las camelias", "Ha nacido una estrella", "Cuatro hermanitas")- para una superproducción compleja capitaneada por David O. Selznick, un reto técnico sin parangón hasta entonces, una duración de prácticamente cuatro horas, un empleo del color y de los recursos cinematográficos vanguardista, algún personaje brillante...para un culebrón impostado que incide una y otra vez en los mismos mecanismos dramáticos. Vivien Leigh, Clark Gable, Olivia de Havilland y Leslie Howard interpretan los principales roles, en el guión firmado por Sidney Howard adaptando el folletín de Margaret Mitchell colaboraron entre otros Francis Scott Fitzgerald y Ben Hecht, el fastuoso diseño de producción es de William Cameron Menzies y la memorable banda sonora de Max Steiner.
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