Un niño húerfano que se dedica a cuidar los relojes de la gare de Montparnasse tiene como única ilusión arreglar un autómata que posee como recuerdo de su padre. Allí en la estación conoce un día a un huraño vendedor de juguetes que oculta una señalada personalidad.
Martin Scorsese ("Casino", "La última tentación de Cristo", "Infiltrados", "El aviador", "Taxi driver", "Jo, ¡qué noche!", "Shutter Island") no solamente es un cineasta, sino que también es un cinéfilo de raza, de los que conocen -ojalá pudiera decirse lo mismo de muchos de sus compañeros en la industria de Hollywood- y aman el séptimo arte. Conocida es su extraordinaria labor por la restauración de películas clásicas y antiguas, por ejemplo. Y este film, que no es ninguna joya por sus virtudes puramente cinematográficas, representa a la perfección su pasión, ya que en ella homenajea, además de a Méliès, a muchos de sus referentes fundacionales. Dirección artística de Dante Ferretti, fotografía de Robert Richardson, banda sonora de Howard Shore, montaje de Thelma Schoonmaker y como actores Ben Kingsley, Asa Butterfield y Chloë Grace Moretz.
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