Cuarto tomo de la saga "En busca del tiempo perdido" de Marcel Proust -ya he superado el ecuador, pero esto debe ser como correr el Tour y que resten aún una decena de etapas con el Tourmalet y Alpe d'Huez incluidos-, tras "Por el camino de Swann", "A la sombra de las muchachas en flor" y "El mundo de Guermantes".
En esta entrega nuestro protagonista descubre con sorpresa la orientación sexual del barón de Charlus, y además sospecha que su amante Albertine puede ser seguidora de Safo. Vuelve además a Balbec, donde prosigue con su vida de diletante, alternando con alta burguesía y aristocracia y relatándonos con precisión no exenta de humor las andanzas y vicisitudes de esta encopetada gente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario