Dos reclusos en celdas contiguas intentan pasarse a través de la ventana unas flores e intercambian el humo de un cigarrillo por un pequeño agujero mientras un guardián les vigila.
El escritor Jean Genet ("Santa María de las Flores"), que tan bien conocía las cárceles, desarrolla en 1950 en esta película de 25 minutos las pulsiones sexuales entre los tres personajes de forma explícita y poética. Voyeurismo, masturbaciones, sadismo...deseo carnal desbordado en esta obra de Genet.
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