Un ladronzuelo consigue evadirse de la cárcel y con el tiempo se convierte en un gran empresario (es curioso, habitualmente el proceso es a la inversa: primero empresario y luego ladrón). Su compañero de celda se reencuentra con él cuando, tras salir él de prisión, se pone a trabajar en la fábrica del primero.
Comedia de René Clair con evidentes reminiscencias del cine mudo que protagonizan Henri Marchand y Raymond Cordy. Está muy envejecida, pero se ve con cierto agrado principalmente por su filosofía moral.
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