Braddock, un prometedor boxeador, cae en picado y la crisis le ataca a él y su familia. Pero las segundas oportunidades siempre aparecen...por lo menos en las malas películas.
Las mayores aportaciones de Ron Howard ("Frost contra Nixon") al mundo del cine las realizó cuando siendo un niño participó como actor en algún western. Porque como director tiene méritos suficientes para ser considerado entre los peores de la historia. Y esta película nos sirve a la perfección para verlo. Se trata de un refrito -basado en hechos reales, no podía ser de otra forma- de otras películas de boxeo que no solamente no aporta nada, sino que copia todos los malos tics. Y es una película que ha nacido muerta, sin ritmo, sin profundidad, plagada de estereotipos y maniqueísmos, intelectualmente e ideológicamente insultante. Los protagonistas son Russell Crowe, la insufrible Renée Zellweger y Paul Giamatti.
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