Me río yo de este argumento, que se ha demostrado tan falso. Lo que sí es cierto es que nadie tiene nunca suficientes propiedades, siempre quieren acumular más.
Y yo siempre me fiaré más de alguien pobre. Nadie se hace rico de forma honrada (*). Ni siquiera me fío de quienes tengan una herencia heredada, porque al fin y al cabo sus valores y educación la han recibido de quienes han conseguido ese dinero. Un pobre puede ser de fiar o no, pero lo que es cierto es que un rico nunca lo es.
(*) Sólo se me ocurre como posible excepción, y de forma muy cautelosa, alguien que haya dado un pelotazo milagroso, como por ejemplo el fundador de alguna startup que de repente reciba por ella una oferta de alguna empresa poderosa.
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