Una aspirante a actriz trabaja como camarera mientras va de casting en casting, de rechazo en rechazo; un pianista no encuentra el camino para expresar mediante la música lo que siente por el jazz. Ambos se encuentran, sus apasionados corazones se atraen y se apoyan en la lucha por conseguir alcanzar sus respectivos sueños.
La película tiene encanto y es entretenida, Damien Chazelle ("Whiplash") logra otorgarle un buen acabado visual, la música de Justin Hurwitz es muy buena y los actores -Emma Stone y Ryan Gosling- cumplen con nota (especialmente Stone, esta chica no necesita actuar: es tan fotogénica que sólo con aparecer roba cada escena). Pero la película no arriesga, apenas innova y carece de números musicales memorables...y estos tres defectos se engrandecen por tratarse de un musical. La historia es muy simple y tópica y bastante ñoña, pero el final es notable. El homenaje a los clásicos siempre tiene éxito, pero debería procurar realizar algo diferente a copiar algunos pasos de baile de forma menos graciosa que en el original, porque de ese modo resulta desangelado cuando no impostado. Tiene un envoltorio muy aparente pero si uno escarba un poco se percata de que le falta sustancia.
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