El detective privado Areta se ve envuelto en un caso que en principio parecía menor pero en el que resultan implicados poderosos intereses que lo convierten en un asunto peligroso, influyendo también en su vida personal al alejarse su pareja de él por su dedicación al oficio.
José Luis Garci ("Asignatura pendiente", "El crack") y Alfredo Landa retoman el personaje de Germán Areta en esta secuela que, aunque correcta, no está a la altura de la primera parte. La trama a investigar tiene poco interés intrínseco, lo realmente importante es el hastío del personaje principal ante una vida que no le otorga más que palos.
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