Un vigilante es testigo involuntario de un homicidio y se apodera de una importante cantidad de dinero que el asesino y un inspector buscarán y supondrá una maldición para él y su familia.
Béla Tarr ("Armonías
de Werckmeister", "Sátántangó", "El caballo de Turín"), tan buen cineasta como mal ajedrecista -véase la imagen-, adaptó una novela de Georges Simenon llevándola totalmente a su particular terreno y convirtiéndola en una fascinante fiesta de la lenta cadencia y los planos largos. Protagonizan Miroslav Krobot, Tilda Swinton y Erika Bók.
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