lunes, 28 de abril de 2014

Fragmentos de "Altazor", de Vicente Huidobro (y III)

Ningún navegante ha encontrado la rosa de los
( mares
La rosa que trae el recuerdo de sus abuelos
Del fondo de sí misma
Cansada de soñar
Cansada de vivir en cada pétalo
Viento que estás pensando en la rosa del mar
Yo te espero de pie al final de esta línea
Yo sé dónde se esconde la flor que nace del sexo
( de las sirenas
En el momento del placer
Cuando debajo del mar empieza a atardecer
Y se oye crujir las olas
Bajo los pies del horizonte
Yo sé yo sé dónde se esconde

El viento tiene la voz de abeja de la joven pálida
La joven pálida como su propia estatua
Que yo amé en un rincón de mi vida
Cuando quería saltar de una esperanza al cielo
Y caí de naufragio en naufragio de horizonte en
horizonte
Entonces vi la rosa que se esconde
Y que nadie ha encontrado cara a cara

¿Has visto este pájaro de islas lejanas
Arrojado por la marea a los pies de mi cama?
¿Has visto el anillo hipnótico que va de ojo a ojo
Del amor al amor del odio al odio
Del hombre a la mujer del planeta a la planeta?
¿Has visto en el cielo desierto
La paloma amenazada por los años
Con los ojos llenos de recuerdos
Con el pecho lleno de silencio
Más triste que el mar después de un naufragio?


Un aerolito pasa sin responder a nadie
Danzan luminarias en el cadalso ilimitado
En donde las cabezas sangrientas de los astros
Dejan un halo que crece eternamente
Se abre la tumba y salta una ola
La sombra del universo se salpica
Y todo lo que vive en la sombra o en la orilla
Se abre la tumba y sale un sollozo de planetas
Hay mástiles tronchados y remolinos de
( naufragios
Doblan las campanas de todas las estrellas
Silba el huracán perseguido a través del infinito
Sobre los ríos desbordados
Se abre la tumba y salta un ramo de flores carga-
( das de cilicios
Crece la hoguera impenetrable y un olor de pa-
( sión invade el orbe
El sol tantea el último rincón donde se esconde
Y nace la selva mágica
Se abre la tumba y al fondo se ve el mar
Sube un canto de mil barcos que se van
En tanto un tropel de peces
Se petrifica lentamente

Cuánto tiempo ese dedo de silencio
Dominando el insomnio interminable
Que reina en las esferas
Es hora de dormir en todas partes
El sueño saca al hombre de la tierra

Festejamos el amanecer con las ventanas
Festejamos el amanecer con los sombreros
Se vuela el terror del ciclo
Los cerros se lanzan pájaros a la cara
Amanecer con esperanza de aeroplanos
Bajo la bóveda que cuela la luz desde tantos siglos
Amor y paciencia de columna central
Nos frotamos las manos y reímos
Nos lavamos los ojos y jugamos

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