Un sesentón que escribió un libro siendo joven y ahora ejerce esporádicamente como entrevistador crítico es figura imprescindible en todas las fiestas nocturnas de la sociedad romana.
Era elevada la posibilidad de estrellarse de Paolo Sorrentino con esta película que alterna alocadas juergas con reflexiones de índole trascendente, pero consigue encontrar un acertado equilibrio en el alambre para realizar una buena película, heredera de Fellini y Visconti. Toni Servillo da vida al "esplinesco" personaje que es consciente del fracaso de su propia existencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario