Ryszard Kapuscinski (repartan un par de acentos a su antojo) se traslada a Luanda, capital angoleña, en agosto de 1975, tres meses antes de la fecha fijada para la independencia del país. Es testigo directo, desde la capital y desde varios frentes, de la despiadada guerra que enfrenta a facciones que buscan hacerse con el poder del país, enfrentadas por motivos ideológicos y étnicos. De Luanda ha huido todo el mundo, pero él decide quedarse hasta el final para saciar su curiosidad y asistir a los históricos acontecimientos, poniéndose a sí mismo en el riesgo de morir asesinado, por inanición o deshidratación. En este libro tenemos el interesante, ágil y duro relato de esos tres meses.
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