Tras marcharse la asistenta, una mujer se queda sola en casa con su bebé. Fuera acecha un malhechor.
Lois Weber fue otra de las pioneras del cine y era muy innovadora. En esta película de 1913, que dirige junto con Phillips Smalley, que guioniza y que protagoniza, arriesga con originales planos subjetivos, picados, planos cenitales, divide la pantalla (ver captura que adjunto arriba) para mostrarnos las acciones de tres personajes al mismo tiempo -generando tensión-, o crea un ingenioso plano viendo en una persecución el vehículo trasero desde el retrovisor del delantero. Una obra prodigiosa, muy adelantada a su tiempo, en la que vemos mucho de lo que décadas después harían Kubrick o Hitchcock.
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