Novela situada en Girona –la cual se convierte en personaje principal del libro- que narra los acontecimientos vividos durante la Segunda República a través de las vivencias de una familia, los Alvear, que reúne en su seno multitud de procedencias e ideologías.
El autor fue José María Gironella, catalán que luchó en la Guerra civil con el bando nacional. Fue tan famosa en su día como olvidada ahora. Es la primera parte de una trilogía que completan “Un millón de muertos”, centrada en la guerra, y “Ha estallado la paz”, en la posguerra. Constituye un ímprobo esfuerzo por analizar la situación desde todos los puntos de vista, evitando en la medida de lo posible juzgar a los protagonistas, lo cual es significativo dado que lo escribió un partidario del bando vencedor de la Guerra Civil muy pocos años después de ésta. Evidentemente, dicho esfuerzo fue infructuoso por varios motivos. Primero, porque no consigue una objetividad plena, hecho imposible, y actualmente resultan llamativos especialmente algunos aspectos de su profundo catolicismo. Y segundo porque su intención jamás fue apreciada por los perdedores, por razones obvias, ni tampoco por los ganadores, ya que se desvía de la doctrina oficial.
Literariamente a mi entender deja bastante que desear. Su propio objetivo lastra la narración, ya que su estructura consiste en enunciar los hechos y a continuación los pensamientos o actuaciones de los protagonistas en relación a los mismos. Sin embargo es muy interesante histórica y sociológicamente, teniendo siempre en cuenta que se trata de una novela.
El autor fue José María Gironella, catalán que luchó en la Guerra civil con el bando nacional. Fue tan famosa en su día como olvidada ahora. Es la primera parte de una trilogía que completan “Un millón de muertos”, centrada en la guerra, y “Ha estallado la paz”, en la posguerra. Constituye un ímprobo esfuerzo por analizar la situación desde todos los puntos de vista, evitando en la medida de lo posible juzgar a los protagonistas, lo cual es significativo dado que lo escribió un partidario del bando vencedor de la Guerra Civil muy pocos años después de ésta. Evidentemente, dicho esfuerzo fue infructuoso por varios motivos. Primero, porque no consigue una objetividad plena, hecho imposible, y actualmente resultan llamativos especialmente algunos aspectos de su profundo catolicismo. Y segundo porque su intención jamás fue apreciada por los perdedores, por razones obvias, ni tampoco por los ganadores, ya que se desvía de la doctrina oficial.
Literariamente a mi entender deja bastante que desear. Su propio objetivo lastra la narración, ya que su estructura consiste en enunciar los hechos y a continuación los pensamientos o actuaciones de los protagonistas en relación a los mismos. Sin embargo es muy interesante histórica y sociológicamente, teniendo siempre en cuenta que se trata de una novela.
2 comentarios:
Muchas gracias por su crítica.
Tengo el primer tomo, Los cipreses creen en Dios y me disponía a leerlo aunque ya me olía algo de lo que Vd. comenta.
El simple hecho de que cuando estalló la Guerra Civil (debido a un golpe de estado contra un régimen democráticamente establecido, no lo olvidemos) se largara para incorporarse al bando insurrecto, acrecentando su poderío y potencial, (aunque sea en una cienmilésima parte) lo dice todo y ya me prevenía y hacía sospechar.
Lo venderé o irá a parar al contenedor de reciclaje.
Un libro puede gustarme o no. Lo puedo considerar bueno o malo. Pero jamás dejare de leerlo porque lo escribió un fascista o un “rojo”. Si solo leo lo que va acorde a mis ideas entonces solo leo propaganda. Me considero un hombre de izquierdas pero la saga (tengo los cuatro libros) me Precio magnifica como lo que es. Una novela ficción.
Publicar un comentario