viernes, 24 de septiembre de 2010

Léolo


Un hipersensible niño vive en un entorno de pobredumbre con una excéntrica familia y su forma de evadirse de la tirste realidad es mediante el sueño y la imaginación.

Interesante y muy personal propuesta del desaparecido director canadiense Jean-Claude Lauzon. ¿Pretencioso? Sí. Pero su habilidad en el empleo de la música, el montaje, el buen guión, la riqueza visual, la fortaleza en la construcción de los personajes y las conseguidas escenas provocan que esa pretenciosidad no sea un defecto, sino un añadido acertado.

1 comentario:

LU dijo...

Una de mis favoritas. La he visto muchas veces y cada vez descubro cosas nuevas y sorprendentes.

Coincidimos en bastantes películas.

Un saludo