sábado, 22 de enero de 2011

El proceso de madame Lafarge


Escribí hace un tiempo en este blog sobre el caso La Roncière, que se produjo en Francia en el siglo XIX. Hoy trataremos otro caso, del mismo siglo, en el mismo país, y que también tuvo gran repercusión pública, apareciendo a diario en todos los periódicos, e incluso Dumas padre escribió una obra inspirada en el tema, "El caso de la viuda Lafarge".

Marie Fortunée Cappelle era una joven parisina a quien se concertó matrimonio con Charles-Joseph Lafarge, hombre considerado como de buena posición y adinerado, a pesar de que ella, al parecer, amaba a otro. Marie nunca se acostumbró a la lúgubre vida en el château y además descubrió que su familia política pasaba por dificultades económicas, teniendo ella que escribir cartas a sus amistades solicitándoles ayuda. Con dichas cartas se fue monsieur Lafarge a París.

Marie le envió allí una caja con pastas, y su marido enfermó gravemente del estómago, regresando a casa. Unos días después, el 14 de enero de 1840, expiró.

No pasó mucho tiempo hasta que familiares y amigos de Lafarge acusaran a la viuda de haberle envenenado con arsénico, veneno que se demostró ella había comprado argumentando que era para las ratas. Además de dicha acusación, Marie fue acusada también de ladrona, ya que al registrar su casa se encontraron unos diamantes que habían pertenecido a una vizcondesa.

El 9 de julio empezó el juicio, y pronto fue declarada culpable de robo, pero demostrar el asesinato era algo más difícil en aquella época, ya que el arsénico era difícilmente detectable.

Hablemos ahora de Mateu Orfila. Natural de Mahón, estudió Medicina en Valencia y su vocación autodidacta le llevó a ser un gran experto en química. España se le quedó pequeña y emigró a Francia, donde adquirió un gran prestigio.

Se especializó en toxicología, donde sus estudios supusieron un antes y un después, como también lo fueron para la criminología.

Enlazamos ahora las dos historias. Orfila fue llamado, en su calidad de experto científico, por la defensa de madame Lafarge. En el proceso se tomaron numerosas muestras, se efectuaron gran número de experimentos y se obtuvieron resultados contradictorios. Pero Orfila, con su sapiencia, aplicó un nuevo método (ensayo de Marsh) consistente en combinar con hidrógeno alimentos o partes del cuerpo para producir arsina y poder detectar más fácilmente la presencia de arsénico.

En septiembre el informe final de Orfila fue concluyente: en el cuerpo del fallecido había restos de arsénico. Madame Lafarge fue condenada a cadena perpetua.

Introduzcamos un personaje más. François Vincent Raspail fue un químico y político que se opuso con virulencia al veredicto, argumentando que cualquier objeto, cualquier resto, podría dar positivo en la prueba de Orfila. Tras doce años de utópica lucha, Marie fue indultada. A los pocos días falleció.

Hoy es asumido que monsieur Lafarge fue envenenado, pero se duda de la autoría del crimen. Ya en 1842 una revista lanzaba sus sospechas sobre un estafador relacionado con Lafarge, Denis Barbier, pero nunca se pudo probar nada.

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