viernes, 30 de noviembre de 2012

Holy Motors


Un hombre es recogido por una limusina al comenzar la jornada, y se le explica que ese día participará en nueve eventos en cada uno de los cuales se transfigura y adopta una nueva personalidad, a cual más extraña.

¿Ha realizado Leos Carax un pretencioso monumento al vacío o una fascinante metáfora de la deshumanización?¿Es el realizador un vendedor de humo ambulante o busca que el espectador profundice en su propia capacidad de discernimiento?¿Se trata esta película de un lúcido ensayo sobre el proceso creativo e interpretativo o una confusa tomadura de pelo?¿Es un "auteur" con un estilo visual impactante o un personaje encantado de conocerse y que se aprovecha de la fragmentación actual en el mundo del cine para ser adoptado por un determinado grupúsculo? Que cada cual elija su opción, al fin y al cabo como se dice en la misma cinta "la belleza está en el ojo del espectador". Eso sí, les aseguro que no van a quedar indiferentes ante su visionado. A mí me ha resultado de lo más estimulante.

El sensacional protagonista es Denis Lavant.

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