Retomo el ciclo que humildemente dedico a Welles con este proyecto personalísimo, tanto que como nadie quería formar parte de él tuvo que poner el dinero de su bolsillo para rodarlo. Y ese rodaje lo llevó a cabo durante muchos años, cuando el resto de proyectos le dejaban algún rato libre, dejándolo inacabado y siendo recuperado por Jesús Franco a principios de los años noventa. Es muy interesante, con algunas escenas brillantes.
Welles sitúa al caballero de la triste figura y a su fiel escudero en la España franquista, donde además de luchar contra molinos se enfrentarán a motocicletas, descubrirán la televisión y contemplarán procesiones, sanfermines y fiestas como los moros y cristianos, reflejando la visión que tenía el director de nuestra tierra.
Welles sitúa al caballero de la triste figura y a su fiel escudero en la España franquista, donde además de luchar contra molinos se enfrentarán a motocicletas, descubrirán la televisión y contemplarán procesiones, sanfermines y fiestas como los moros y cristianos, reflejando la visión que tenía el director de nuestra tierra.
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