Novela ligera típica de Eduardo Mendoza, en la que un estrafalario personaje tiene que hacerse cargo de una investigación. En este caso sitúa la acción en Nazaret en el siglo I, donde un ciudadano romano es contratado por un niño llamado Jesús para que demuestre la inocencia de su padre José, de profesión carpintero, acusado de asesinato y próximo a ser crucificado.
He leído mejores novelas de Mendoza, pero no deja de contener su sello característico: su particular sentido del humor, a menudo excesivamente burdo y escatológico. Además en esta ocasión realiza una parodia de las novelas históricas que emponzoñan los escaparates de las librerías.
He leído mejores novelas de Mendoza, pero no deja de contener su sello característico: su particular sentido del humor, a menudo excesivamente burdo y escatológico. Además en esta ocasión realiza una parodia de las novelas históricas que emponzoñan los escaparates de las librerías.
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