domingo, 7 de junio de 2009

Fin de la temporada y perspectivas


Terminó la temporada y el VCF logró clasificarse para la segunda competición europea, algo que en principio no me esperaba. Así que mi valoración de la temporada es positiva, dadas las circunstancias. No voy a hacer evaluaciones concretas sobre la plantilla, altas o bajas, ya que ahora mismo ni es lo importante ni las decisiones deben tomarse exclusivamente basadas en rendimientos y actitudes.

Porque los "partidos" importantes los ha disputado el VCF tras terminar la Liga, en despachos. Empezó Soriano con su enésimo brindis al sol que terminó, como era esperado, en nada, y le obligó a dimitir -antes de que le dieran la patada-. ¡Aleluya! Y hoy se ha celebrado la Junta General Extraordinaria de accionistas de la que podemos sacar muchas conclusiones, algunas de ellas esperanzadoras.

Primero, que se ha aprobado la necesaria ampliación de capital de más de 92 millones de euros. La famosa ampliación de capital que Soler y Soriano impidieron que Villalonga realizase hace menos de un año. Y esta vez sí que ha contado con el apoyo del máximo accionista. ¿Por qué Soler ha decidido apoyar una medida que va claramente en contra de sus intereses personales? Primero, porque le habrá "obligado" Bancaja. Y segundo porque tiene la certeza de que va a vender sus acciones a buen precio de forma inmediata -hoy se ha publicado ya el nombre del grupo inversor-. ¿Por qué estos inversores van a gastarse una pasta en unas acciones en vísperas de una ampliación de capital que devaluará su valor? Para asegurarse el derecho de suscripción preferente en la primera ronda de la ampliación. Con esta operación el grupo se asegurará como mínimo el 37% del capital y, por tanto, el control sobre el club.

Segundo, la formación de un nuevo Consejo de Administración, al que volvería Manuel Llorente como presidente, y que otorga plenos poderes en los planos económico y deportivo a Javier Gómez y Fernando Gómez, respectivamente. Esto último supone un atisbo de estabilidad: Fernando es quien tiene ya gestiones avanzadas en la planificación del próximo curso -esperemos que salgan del club algunas lacras que hace tiempo que ya no deberían estar, pero soy consciente de la dificultad que tiene esto-, y además supone un punto de confianza para Emery. Es un Consejo de Administración avalado por Bancaja, y en el que en principio podemos confiar en que van a trabajar por el bien de la entidad, sin atender a cuestiones personales, como ocurría con anteriores consejos.

Tercero, la diáfana exposición de Javier Gómez de la situación actual del club, y las certeras soluciones propuestas. Además de hablar sobre la venta de las parcelas de Mestalla -con margen hasta el 2011-, la aceleración de las obras del nuevo estadio y la venta del terciario asociado a su conclusión, y de la necesidad de venta de algunos activos para solventar la situación actual, lo que más aplaudo es su voluntad expuesta de equilibrar las partidas de gastos e ingresos. Y es que como no se consiga igualar el desfase presupuestario que ya ha devenido en algo estructural, aunque consigamos superar la crisis actual, volveremos a tener en unos cuantos años otra igual. Es algo lógico, que cae por su propio peso; sí, cierto, pero el hecho de no controlar esto es lo que nos ha llevado donde estamos actualmente.

Es evidente que el aumento de los ingresos que se va a producir son el nuevo estadio no va a ser suficiente como para cubrir los gastos que tiene el club en la actualidad, así que va a tocar reducir estos en un porcentaje considerable. Y eso se hace rebajando el coste de la plantilla, que es el egreso más importante. Toca austeridad.

En relación a esto, Javier Gómez ha defendido la venta de futbolistas siempre que haya ofertas interesantes, comparando estas acciones con las que en su día se tomaron en los inicios del milenio, cuando el VCF lograba grandes éxitos y vendía a algunas estrellas todos los años. Bien, estamos básicamente de acuerdo, pero luego lo matizo.

Hasta este momento me he mostrado bastante optimista, pero la verdad es que el futuro sigue presentándose totalmente incierto. Voy a desglosarlo en tres puntos:

- El Consejo ha realizado un llamamiento a la afición para que concurran a la ampliación de forma masiva. Es algo loable, y deseable, pero ello no evitará en modo alguno que el poder del club los sigan teniendo unos pocos grandes accionistas, fueren quienes fueren. Y si además parece ser que será un grupo inversor ajeno, no podemos elucubrar sobre sus intenciones o planes.

- Nadie puede asegurarnos del estricto cumplimiento del plan de viabilidad elaborado, ni de su eficacia tras su implantación. Desconocemos si la ampliación de capital llegará a llevarse a cabo, ya que recordemos que si no se suscribe en su totalidad quedará sin efecto; no sabemos ni cuándo ni a qué precio podrán venderse las parcelas y el terciario del nuevo estadio; y la confianza que tengo en que se produzca una reducción significativa de los gastoses muy reducida.

- Lo único que no comparto totalmente del discurso de Javier Gómez es cuando ha vendido que con una rebaja del coste de la plantilla se pueden conseguir grandes éxitos. Entiendo que está en su papel de infundir optimismo y tranquilizar a la afición; sé además que tiene parte de razón porque con un buen trabajo de ojeadores, dirección deportiva y dirección técnica se pueden conseguir logros superiores a la expectativa que puedan generar la inversión en la parcela deportiva. Pero creo que es el momento de hablar claro y manifestar que durante los próximos años la exigencia en cuanto a resultados debe reducirse. Podremos exigirles lucha, actitud, sacrificio, y que den el alma para intentar clasificarnos para alguna competición europea, pero en modo alguno podemos pretender que se luche por el título de la regularidad de tú a tú con los poderosos, porque a la segunda derrota empezará el nerviosismo y la presión, y a la tercera la decapitación de algunos responsables. Y justamento eso, ahora, es lo que el club no puede permitirse. Hay que tener paciencia y serenidad, rearmar el club poco a poco, y seguro que en unos años volveremos a estar con los mejores, que es lo que el VCF se merece.

Nos esperan años duros, eso ya lo sabíamos todos, pero el hecho de que individuos como Soriano y Soler pueden en breve dejar de ser importantes en el VCF ya es un peso que nos quitamos de encima.

Amunt València!

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