Esta blanca flor, conocida en castellano como campanilla de invierno y en valenciano como lliri de neu es bella, elegante y esbelta como pocas. Crece espontáneamente en agrupaciones coloniales en parajes húmedos y sombríos, a menudo en la nieve.
En Castelló podemos encontrar esta planta vulnerable en el Penyagolosa. Su floración, coincidente con el deshielo, marca el final del invierno y comienzo de la primavera, así que ahora es su época. Esta flor es un reducto de la última glaciación que sobrevive gracias a las particulares condiciones climáticas del macizo. Un censo realizado en el parque natural ha detectado más de 13.000 ejemplares.
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