Durante la guerra un avión es atacado y su tripulación, un conjunto de niños británicos, cae en una isla desierta, donde los chavales tienen que aprender a convivir sin mayores, instaurando unas reglas y un orden jerárquico. Sin embargo, los problemas entre ellos no tardan en aparecer, y además sobre los niños se cierne una amenaza representada por una misteriosa criatura.
Clásico de la literatura inglesa del siglo XX de William Golding. Está bien escrito y su espíritu alegórico provoca que todos los personajes sean demasiado arquetípicos. Todos excepto uno, Simon, chico de trágica existencia que constituye el mayor hallazgo de esta novela.
Golding explora con acierto la barbarie intríseca al hombre, los temores y la corrupción en que se convierte toda sociedad de forma ineluctable, y lo hace de forma eficaz al tratar con unos individuos que al principio parecen inocentes. Unos simples niños cuya transformación resulta estremecedora.
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