Una vieja gloria de la lucha libre sigue en la brecha, pero su corazón le falla y le recomiendan abandonar su profesión. A partir de entonces él intenta rehacer su vida, pero nada será sencillo.
Película nada original y que cuenta con un horrendo guión a la que Darren Aronofsky consigue dotar con mucho mérito de ciertas virtudes. Lo mejor son sin duda las interpretaciones de Mickey Rourke y Marisa Tomei, quienes proporcionan a los personajes protagonistas naturalidad y realismo.
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