Un presentador de televisión pone todo su empeño en poder entrevistar al presidente Nixon tras su dimisión, pero al principio todo parece ir mal.
Ron Howard es fiel a su carrera: tiene todos los medios a su disposición pero no tiene la más mínima idea de qué hacer con ellos. Una buena historia, un buen guión de Peter Morgan, excelentes interpretaciones de Frank Langella, Michael Sheen y el resto del reparto, buen montaje y banda sonora de Hans Zimmer para una película reaccionaria sin estilo ni espíritu.
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