lunes, 5 de marzo de 2012
Duelle (une quarantaine)
Dos brujas -o algo así- rivales emprenden la búsqueda de un hombre que posee una piedra con ciertos poderes.
Hay veces que es dificilísimo escribir el argumento de lo que se acaba de ver, y ésta es una de esas ocasiones. Y es que Jacques Rivette ("Vete a saber") realiza una transgresión experimental de la ortodoxia, atentando contra los estándares clásicos en fondo y forma y pervirtiendo los géneros al ubicar elementos fantásticos en los sórdidos ambientes propios del cine negro. Además, con el peculiar sentido del no-ritmo del realizador galo. Y si esto se ve sin saber absolutamente nada de la película y pilla de sorpresa pues uno se queda alucinado.
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