jueves, 13 de septiembre de 2018

Suspense

Tras marcharse la asistenta, una mujer se queda sola en casa con su bebé. Fuera acecha un malhechor.

Lois Weber fue otra de las pioneras del cine y era muy innovadora. En esta película de 1913, que dirige junto con Phillips Smalley, que guioniza y que protagoniza, arriesga con originales planos subjetivos, picados, planos cenitales, divide la pantalla (ver captura que adjunto arriba) para mostrarnos las acciones de tres personajes al mismo tiempo -generando tensión-, o crea un ingenioso plano viendo en una persecución el vehículo trasero desde el retrovisor del delantero. Una obra prodigiosa, muy adelantada a su tiempo, en la que vemos mucho de lo que décadas después harían Kubrick o Hitchcock.

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