viernes, 18 de abril de 2008

CAMPIONS!!!!


Las ocho de la mañana del miércoles era la hora en que habíamos quedado para empezar viaje hacia Madrid en autobús. Dos autobuses llenos con la gente de nuestra penya y de localidades vecinas emprendemos pues un plácido trayecto con un par de paradas para avituallarnos.

Llegamos a Madrid hacia la una del mediodía, los autobuses aparcan todos en el paseo de la Ermita del Santo, cercano al estadio y al lado mismo del Parque de San Isidro, donde el València tenía montada una carpa con un escenario y barras y que tuvo durante todo el día un ambientazo fenomenal, mezcla de pólvora, música, bebida y buen rollo por todas partes.

Aquí un inciso: en todas las finales que he vivido ha sido parte fundamental la confraternización entre aficiones en las horas previas al partido. En esta final la organización nos ha robado esto, pero en fin, los del Getafe se lo han perdido, porque por allí no había ningún getafista hasta la hora del partido. Para ellos ha sido un simple partido de fútbol; para nosotros una fiesta.


Así pasamos el día, entre la carpa del VCF y bares cercanos, hasta que se acerca la hora del partido y consigo quedar con Tomi, quien me sirve de apoyo antes y durante el partido.

Y falta me hacía, porque aparte de que a las 22.00, hora del partido, yo ya estaba bastante perjudicado, mi estado de nervios era más que notorio.

Entramos al Calderón, estadio que no conocía y que me gustó. Y para un habitual a Mestalla lo que me llamó la atención es que allí dentro está todo comunicado. Vamos, que te compras una entrada de segundo anfiteatro y luego te sitúas donde te da la gana.

Del partido no voy a hablar mucho, pues a quien le interese seguro que lo vio. Sólo decir que el hecho de estar ganando 2-0 a los diez minutos me parecía un sueño, que el resto de la primera parte fue tranquila, pero su gol justo antes del descanso hizo que viviera casi toda la segunda mitad con una tensión y emoción indescriptibles.


Copa, lágrimas, celebración y vuelta al autobús, donde esperamos ya más relajados a que llegara todo el mundo para emprender el regreso. El viaje de vuelta, horrible. Mucha retención a la salida de Madrid y todo el viaje lloviendo provocó que llegara a casa a las 8 de la mañana, más mareado que un alioli pero exultante.

Ahora estoy afónico y me duelen todos y cada uno de los músculos y huesos del cuerpo, pero todo vale la pena por nuestro València.

Ahora a seguir sufriendo en la Liga, pero que nos quiten lo bailao.

AMUNT!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pobrecito mío ... Ya te distes cuenta de quién es el puto amo de los bares allí, ¿Eh, Miguelito? Si no es por mí, todavía estás esperando a que te sirvieran una copa ... :-PP

Que sepas que fue un placer el haber vivido contigo el partido. Y, como ya digo en mi crónica, lo más bonito de todo fue el fiestote de la carpa, por un lado, y tus lágrimas de emoción por el título, por otro.

Es imposible que fuese a ir con otro equipo que el tuyo en esa final. Debo mucho a toda la gente valenciana.

Alberto dijo...

AMUNT!!!!!