Tras un inicio de campeonato en que sembraron dudas por su aparente dejadez, la selección española ha demostrado que es, con diferencia, la mejor del continente, destrozando a todos y cada uno de los rivales. Resulta sorprendente cómo un equipo ha dejado solventados sus tres eliminatorias ya en la primera mitad, dejándose ir y reservándose en la segunda. La base: una defensa asfixiante y correr. Vamos, lo que viene siendo la seña de identidad de este equipo desde hace años. Y faltaba una pieza fundamental como es Calderón.
España, que ha funcionado como un gran equipo en el que todos han aportado su grano de arena, ha estado liderada por un grandísimo Pau Gasol, que sin jugar partidos de preparación y disputando no muchos minutos, ha realizado un campeonato brillante. Ya le pueden plantear los rivales defensas especiales que no consiguen pararle de ninguna forma, por su calidad e inteligencia.
Siguen así los éxitos de esta magnífica generación de jugadores. Actualmente son campeones continentales, campeones mundiales y subcampeones olímpicos, casi nada.
Mis felicitaciones a estos campeones.
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