lunes, 16 de mayo de 2011
La Liga de Llevant y Espanyol
Estos, y no otros, han sido los grandes protagonistas de la Liga. No han sido los equipos que han sobrepasado los 90 puntos, ni los jugadores que han marcado más de 30 goles. Estos hubieran sido noticia de no conseguir dichas cifras, ya que llevan consigo unos apoyos y tienen unos recursos que facilitan su labor de un modo tan abusivo y vergonzoso que quitan valor a cualquier logro.
Mérito real tiene el Espanyol. Con su reducido presupuesto, con una base formada por jugadores formados en su cantera, vendiendo a varios jugadores titulares a mitad de ejercicio y sin contratar recambios han conseguido luchar hasta la penúltima jornada por posiciones que dan acceso a competiciones europeas. Seguro que se encuentran algo desilusionados porque ayer se esfumaron todas las opciones que tenían de clasificarse para la Europa League, algo que durante toda la temporada han visto tan cercano, pero con el tiempo valorarán el enorme mérito que tienen por haber sido uno de los ocho equipos que no han sufrido por descender. Este éxito no es flor de un día, en esa casa llevan muchos años trabajando con una visión coherente que va desde abajo hacia arriba, cuidando la cantera como nadie, y ahora, con un entrenador que la ha sabido aprovechar, se han visto los frutos. Esperemos por su bien que sigan con esa política deportiva, que mantengan lo máximo posible a Pochettino –el entrenador más digno de Primera División de largo-, y que los partidos que juegue sigan siendo tan bonitos de ver.
Mérito real tiene el Llevant. Un equipo sin dinero que el año pasado logró el milagro de ascender con una plantilla propia de 2ªB, y este año ha conseguido la permanencia con una plantilla que sería de nivel medio en 2ª, hecha a base de retales, veteranos venidos a menos, cedidos y jóvenes sin mercado. Un equipo del que era esperable que batiera todos los récords históricos negativos, un equipo del que era lógico que estuviera descendido diez o quince jornadas antes del final de Liga, un equipo que cada punto que sumase sería un punto más que los previsibles. Pero que se ha salvado justamente porque ha representado como ningún otro el significado más global de esa palabra: EQUIPO. Se han hecho fuertes a base de unión, solidaridad y confianza en sus fuerzas. Y el resultado ahí está: no sólo han conseguido seguir un año más en Primera, sino que han sufrido muy poco.
Dos equipos y dos filosofías futbolísticas que, para quien sepa capaz de apreciarlas entre toda la basura informativa con que se nos bombardea a diario, han conseguido que sigamos creyendo en el fútbol como deporte. Mi aplauso y reconocimiento para ellos.
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