miércoles, 18 de mayo de 2011

Orgullo y prejuicio


El matrimonio Bennet sufre un grave problema, ya que al no haber tenido un hijo varón su finca no podrá ser heredada por sus cinco hijas, lo que dificulta su casamiento. A la vecindad llega el afable Bingley, quien pronto se encariña con Jane, la encantadora hija mayor de los Bennet. A Bingley le acompaña siempre el rico y altivo Darcy, quien con el tiempo empieza a quedar prendado de la segunda de las hijas, la inteligente Elizabeth. Sin embargo, Darcy tiene que vencer muchas trabas en su amor: primero, someterse a sí mismo y darse cuenta de que su mejor posición social no es un impidemento; luego, ganarse el afecto de Elizabeth, a quien desde un principio ha caído antipático por su forma de ser.

Si bien de Jane Austen no puedo decir nada favorable relacionado con su estilo, pues es prácticamente inexistente, sí puedo enumerar otros méritos: uno, consigue que la trama atrape al lector a pesar que el argumento es sobradamente conocido; dos, conoce a la perfección la forma de expresarse y actuar de las clases altas, y lo representa fielmente en su novela; tres, es muy aguda en sus irónicas críticas; cuatro y último, tiene una mentalidad progresista para su época, lo que traslada a su texto atacando los convencionalismos, la ampulosidad y los prejuicios sociales.

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