Una mujer casada confiesa su adulterio a su tío y guía espiritual. A lo largo de la película, en varios encuentros con éste, con su esposo, su amante y una amiga, con acertados saltos temporales, muestra sus anhelos, sus remordimientos, sus ansias. Está dirigida magistralmente por Liv Ullman, con guión del siempre brillante Ingmar Bergman y foto del mago Sven Nykvist. Los protagonistas son los magníficos Pernilla August y Max von Sydow.
Esta película, junto con "Infiel" (también dirigida por Ullman y con guión de Bergman), "Saraband" y, especialmente, "Secretos de un matrimonio" (estas dos últimas dirigidas por Bergman) constituye la disección perfecta de la problemática del matrimonio. Tienen tal calado que jamás cineasta alguno que haya tratado este tema ha podido siquiera aproximarse.
Además son de un marcado carácter autobiográfico: o tratan su propio matrimonio o el de sus padres (es el caso de "Encuentros privados"), con una agudeza tal que pocos directores que han plasmado su propia experiencia en el celuloide han conseguido. De hecho sólo se me ocurren, y en un plano bastante distinto, Ettore Scola y el Woody Allen de "Annie Hall".
Esta película, junto con "Infiel" (también dirigida por Ullman y con guión de Bergman), "Saraband" y, especialmente, "Secretos de un matrimonio" (estas dos últimas dirigidas por Bergman) constituye la disección perfecta de la problemática del matrimonio. Tienen tal calado que jamás cineasta alguno que haya tratado este tema ha podido siquiera aproximarse.
Además son de un marcado carácter autobiográfico: o tratan su propio matrimonio o el de sus padres (es el caso de "Encuentros privados"), con una agudeza tal que pocos directores que han plasmado su propia experiencia en el celuloide han conseguido. De hecho sólo se me ocurren, y en un plano bastante distinto, Ettore Scola y el Woody Allen de "Annie Hall".
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