Faust

Poema dramático cumbre de Goethe (“Werther”), escrito a finales del siglo XVIII y principios del XIX. A pesar de que no fue concebida para ser representada, sino leída, su importancia ha provocado que se hayan hecho múltiples adaptaciones tanto en teatro, como en pintura, como en música (destaca la ópera de Gounod), como en cine (ya en este blog he escrito sobre el “Mephisto” de Szabo y el “Faust” de Murnau”).

El doctor Faust, sabio y orgulloso científico ávido de conocimientos y acción pacta con el diablo Mephistofeles para disfrutar de los placeres de la existencia.

Uno de los logros principales de la obra es la creación de estos dos personajes poderosísimos, inmortales, que son la recreación de la doble vertiente del ser humano. Faust reúne en sí mismo todas las principales virtudes y bajezas del hombre. Es “El Hombre”.

El otro personaje importante del poema es Gretchen, encarnación de la femineidad, que buscará la redención del doctor mediante el amor.

El libro está dividido en dos partes muy diferentes. De la segunda, alegórica, menos conocida y reproducida, hay quien dice que es más compleja y que no tiene tanta calidad como la primera. Hay una tercera parte, que no es más que un breve epílogo. Pero analizando la obra en su globalidad apreciamos una gran fuerza en su concepción, constituyendo una obra muy germánica pero universal, en la que también existe una perfecta conjunción entre cristianismo y mitología helénica.