Acabo de leer esta novela de 1912 del alemán Thomas Mann en una edición con prólogo de Francisco Ayala.
Trata de un reputado y maduro escritor burgués con crisis creativa que tiene unos encuentros que le llevan a cambiar de rumbo, especialmente cuando estando de vacaciones en Venecia cae rendido ante la desbordante belleza de un joven polaco que reside en su mismo hotel. Allí en Venecia sufren además una extraña y mortífera epidemia que los lugareños se empeñan en ocultar.
Está escrita en un tono decadente, melancólico, evocativo, y tiene ciertos aspectos autobiográficos. Mann sin duda dominaba todos los resortes literarios, pues consigue una obra magnífica, completa a pesar de su brevedad, y con un sentido del ritmo narrativo que consigue fusionar contenido y continente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario