Esta breve historia de Mann completaba el volumen que tenía de "La muerte en Venecia". También está localizada en Italia, durante unas vacaciones, pero el ambiente es muy distinto, ya que lo escribió en 1929, período de entreguerras y cuando ya empezaban a despuntar en la vieja Europa ciertos movimientos intransigentes que se reflejan en el relato.
Una familia de vacaciones acude a un espectáculo del mago Cipolla, extraño personaje con habilidades hipnóticas que tiene sobre su audiencia un poder de fascinación y repulsión a partes iguales. Es obvio que Mann identifica a este repelente ilusionista con Mussolini.
El escritor alemán era evidentemente un maestro en enlazar las voluntades particulares de sus personajes con el ambiente que describe.
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