Ramón Pérez de Ayala se aleja en esta novela de la autobiografía que inundaba AMDG, adscribiéndose a una corriente muy de la época, muy unamuniana, deconstruyendo las bajas pasiones del alma humana. En este caso el tema son los celos y el honor.
Sí mantiene algunas características de la obra que ya reseñé, como el trabajado estilo y el léxico culto. Añade la agudeza en la creación de los personajes, siendo el protagonista descrito de forma esperpéntica. En cualquier caso es una obra bastante más interesante de leer en nuestros días que AMDG.
Narra la historia de Tigre Juan, un misógino cuya forma de pensar evolucionará durante la novela en un brillante ejercicio de disección psicológica. Tiene un pasado atroz que se le vuelve a representar cuando se le pone a prueba de nuevo, pero el amor consigue redimirlo.
“El curandero de su honra” es la segunda parte del libro, e indisociable a “Tigre Juan”. Como curiosidad, el ayuntamiento de Oviedo, ciudad en que está ambientada la novela –aunque con el nombre de Pilares-, patrocina anualmente el premio “Tigre Juan” de narrativa.
Sí mantiene algunas características de la obra que ya reseñé, como el trabajado estilo y el léxico culto. Añade la agudeza en la creación de los personajes, siendo el protagonista descrito de forma esperpéntica. En cualquier caso es una obra bastante más interesante de leer en nuestros días que AMDG.
Narra la historia de Tigre Juan, un misógino cuya forma de pensar evolucionará durante la novela en un brillante ejercicio de disección psicológica. Tiene un pasado atroz que se le vuelve a representar cuando se le pone a prueba de nuevo, pero el amor consigue redimirlo.
“El curandero de su honra” es la segunda parte del libro, e indisociable a “Tigre Juan”. Como curiosidad, el ayuntamiento de Oviedo, ciudad en que está ambientada la novela –aunque con el nombre de Pilares-, patrocina anualmente el premio “Tigre Juan” de narrativa.
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