viernes, 18 de enero de 2008

El mundo

Pues sí, al final me lo he leído, por culpa de Sapristi y su “inténtalo y ya dices”. :-)

Novela autobiográfica sobre la niñez de Juan José Millás. Da la impresión (pretende darla, pienso) de que algunos sucesos que cuenta como reales los imaginó, siendo esa imaginación una necesaria forma de escapar de la sórdida calle en la que creció. Narra su infancia en el seno de una numerosa familia valenciana que emigró a un frío suburbio madrileño, contando una y otra vez, sin cansarse y de forma autocompasiva, sus penas, la miseria en la que vivía, las enfermedades, los desengaños, su relación con otros niños (y niñas), sus ataques de pánico, los malos tratos recibidos por los educadores, sus momentos de angustia, su iniciación a la muerte, el despertar sexual, la convivencia con los familiares, sus evasiones, la relación con individuos que influyeron en su infancia, y cómo todo esto se trasladó a experiencias o novelas ya en su etapa adulta. Podría condensarse diciendo: “cuánto he sufrido, qué poco me quejo, cuánta imaginación tengo y cómo molo ahora”.

Está plagado de situaciones que limitan con lo fantástico, como el creerse muerto y decidir seguir viviendo para no dar disgustos, como ver su vida y sus lugares a través de otros ojos, como crear dimensiones paralelas.

El estilo es muy simple, ligero y descriptivo. Fluye sin dejar poso alguno. En resumen: si no te molesta que otro te cuente sus penurias puede no resultar cargante su lectura, pero definitivamente yo no lo recomendaría.

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