Se trata de un árbol fósil viviente considerado como una de las maravillas del mundo, sin parientes en su clase y originario de China, que puede llegar a vivir hasta tres milenios. Este árbol está sobre la faz de la Tierra desde hace 270 millones de años, y ha sobrevivido a catástrofes naturales como la que acabó con los dinosaurios, causante de que muchas especies de su misma clase desaparecieran al terminarse la función diseminadora de la que se encargaban los grandes reptiles. Además resistió a la bomba de Hiroshima y sus hojas brotaron tras aquella explosión, en una demostración de su resistencia.
Este árbol desapareció de América hace 7 millones de años, y de Europa hace 2,5, creyéndose extinguido hasta que a finales del siglo XVII los europeos lo redescubrieron vivo en Japón, y posteriormente también en China, y lo trajeron de vuelta.
La herboristería moderna le ha atribuido muchas propiedades terapéuticas, seriamente cuestionadas por la ciencia, especialmente para enfermedades como Alzheimer, demencia senil o Parkinson.
Actualmente está bastante extendido en jardines como árbol ornamental. Personalmente he visto ejemplares en el Campo Grande de Valladolid o en Donostia. También hay en Valencia, donde uno de ellos, sito en los Jardines de Monforte, tiene el honor de ser reconocido como el más antiguo de la ciudad, estimándosele 160 años. Incluso hay un Ginkgo Biloba en el Jardín Botánico de mi pueblo, aunque esto dudo que lo sepan más personas de las que se pueden contar con los dedos de una mano. Si os interesa saber de otros sitios de España donde se pueden contemplar, visitad esta página.
Este árbol desapareció de América hace 7 millones de años, y de Europa hace 2,5, creyéndose extinguido hasta que a finales del siglo XVII los europeos lo redescubrieron vivo en Japón, y posteriormente también en China, y lo trajeron de vuelta.
La herboristería moderna le ha atribuido muchas propiedades terapéuticas, seriamente cuestionadas por la ciencia, especialmente para enfermedades como Alzheimer, demencia senil o Parkinson.
Actualmente está bastante extendido en jardines como árbol ornamental. Personalmente he visto ejemplares en el Campo Grande de Valladolid o en Donostia. También hay en Valencia, donde uno de ellos, sito en los Jardines de Monforte, tiene el honor de ser reconocido como el más antiguo de la ciudad, estimándosele 160 años. Incluso hay un Ginkgo Biloba en el Jardín Botánico de mi pueblo, aunque esto dudo que lo sepan más personas de las que se pueden contar con los dedos de una mano. Si os interesa saber de otros sitios de España donde se pueden contemplar, visitad esta página.
3 comentarios:
això ho tenim al jardí?
El de la foto no!
Clar que el tenim... com es nota que estàs més per València que per Nules, tantes voltes que pisa la gent per allí... no Miguel?
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