Ayer, por primera vez en mucho tiempo, me sentí orgulloso de la clase política española, que demostró en la Cumbre Iberoamericana que es capaz de defender de forma unánime los intereses del país, además de demostrar una educación y una responsabilidad de la que carecen algunos dictadorzuelos latinoamericanos. Me descubro ante la actuación del Presidente del Gobierno.
En cuanto al papel de esos mandatarios populistas...allá ellos. En sus declaraciones contra las empresas españolas, y asumiendo la parte de razón que sin duda tienen, me da la impresión que se dedican a tirar piedras contra su propio tejado. Bueno, contra el suyo no, porque ellos siguen en el poder y engañando a la gente, pero su país es quien lamentablemente sufre las consecuencias.
1 comentario:
COmpletamente de acuerdo contigo, hijo mío. Que le follen al puto fascista del Chávez ese.
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