Esta semana he tenido la oportunidad de ver dos películas de esta directora holandesa, que se dio a conocer por ganar el Oscar a la mejor película extranjera de 1995 por "Antonia".
La ya mencionada "Antonia" es una hermosa película con un esmerado acabado formal que narra la historia de una mujer mayor que repasa su vida. Un tierno alegato feminista.
"La defensa Luzhin" me defraudó bastante. Mi afición al ajedrez y al cine me llevaron a esperar tal vez demasiado de esta película. Se basa en la novela homónima de Nabokov, pero no consigue transmitir su espíritu. El único personaje desarrollado es del del atormentado ajedrecista interpretado por John Turturro. El resto de personajes de tan estereotipados resultan absurdos. Gorris convierte la película en una ridícula historia romántica y los momentos que debieran resultar pretendidamente emocionantes para el espectador se viven con total indiferencia. En cuanto al ajedrez...es simplemente la excusa argumental. Poco podemos disfrutarlo.
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