Hoy he visto por fin el que considero mejor Woody Allen del nuevo milenio, una soberbia disección de la influencia del azar sobre el destino de los individuos.
Una película que parecía ser un Allen melodramático más hasta que se llega al último cuarto y el guión sufre un subidón de energía, frescura y brillantez tremendo, convirtiéndose en poco menos que un thriller. En esta película vemos a Allen, pero también a Bergman, Chabrol e incluso Hitchcock. Y todo con un toque Dostoyevski, aunque los personajes sean más propios de Tolstoi. La historia está magníficamente construida, muestra a la perfección la evolución de los personajes. Muy detallista, pero a pesar de su extensión se hace corta. Entre las interpretaciones destaca especialmente Emily Mortimer.
2 comentarios:
Muy buena pelicula, aunque a mi gusto recuerda demasiado a Delitos y Faltas (El maestro se autoplagia)
buen último cuarto, el resto olvidable
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